Un valiente granjero ha tenido éxito donde muchos otros han fracasado, en cultivar un exuberante oasis verde en medio de un frío desierto.

Anand Dhawaj Negi se retiró de su carrera gubernamental para poder seguir su pasión por tratar de plantar árboles en las regiones montañosas del norte de la India.

Hay más de 1 millón de acres de paisaje desértico que han sido declarados «no cultivables» por el departamento de agricultura. Negi, por otro lado, estaba decidido a encontrar una manera de hacer crecer algo allí.

Cuando comenzó su labor en Himachal Pradesh, gastó todos sus ahorros en probar diferentes combinaciones de prácticas agrícolas locales con métodos de cultivo más científicos. Inicialmente, sus árboles jóvenes tenían una tasa de mortalidad del 85%; pero después de que finalmente logró perfeccionar su técnica, la tasa de mortalidad cayó al 1%.

Negi ahora cuida más de 160 acres de bosque en Kinnaur y cultiva frijoles, papas, guisantes, manzanas y albaricoques. Ha compartido sus técnicas agrícolas con otros lugareños para que puedan cultivar su propia comida y vegetación.

Según una entrevista de 2017 con Down to Earth, Negi dijo que ahora está trabajando en la plantación de coníferas, que según él son esenciales para combatir el cambio climático en la región.