EcologíaMundo

Científicos en Islandia convierten el dióxido de carbono en rocas para combatir el calentamiento global

Hablar de cambio climático, es hablar del efecto invernadero y por extensión, de los gases que en él intervienen. En el 2017, la emisión global de dióxido de carbono rondó los 32,5 mil millones de toneladas mientras que, en el 2018, superó un récord peligroso que impulsó al Reino Unido e Irlanda a declarar la emergencia climática. Reducir las consecuencias que pueden derivarse de esta delicada situación ambiental dependerá, en parte, del grado de compromiso que asuman las distintas naciones en el viraje hacia energías renovables no contaminantes. Del mismo modo, la ciencia ha tomado en sus manos este problema investigando y desarrollando diferentes maneras de paliar el calentamiento global. Las primeras luces de esperanza en esta búsqueda de soluciones provienen desde la gélida Islandia con el proyecto Carbfix. A través de este revolucionario proyecto llevado a cabo en la planta geotérmica de Hellisheidi, se ha logrado transformar el dióxido de carbono en roca. Allá por el 2012, los científicos realizaban pruebas pilotos que consistían en inyectar CO2 junto con agua en un subsuelo de roca volcánica. Después de un tiempo, verificaron que se había solidificado en carbonatos.

Así, desde el 2014, Carbfix se ha estado ocupando de limpiar un tercio de las emisiones de carbono y las tres cuartas partes del sulfuro de hidrógeno emitidos por la planta de Hellisheidi.

Islandia convierte el dióxido de carbono en rocas para reducir la contaminación

Así funciona Carbfix

El proyecto nace de la colaboración entre la Universidad de Islandia, la empresa de servicios públicos Reykjavik Energy, el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia, la Universidad de Columbia, y la financiación de la Unión Europea.

El proceso de solidifación del carbono consta de varias etapas. La primera es capturar el gas contenido en el vapor para disolverlo, luego, en grandes volúmenes de agua. Lo que de allí se obtiene es agua gaseosa la cual será conducida por tuberías hasta unos iglúes en las inmediaciones de la planta geotérmica islandesa. Una vez ahí, el líquido se bombea a alta presión hacia las profundidades de la tierra, en los basaltos volcánicos que abundan en la superficie de ese país. Posteriormente, la química hace de las suyas y en unos meses, el CO2 se solidifica en piedras en las que quedará atrapado por millones de años.

Islandia convierte el dióxido de carbono en rocas para reducir la contaminación

Una piedra volcánica, de color oscuro y textura porosa llamada basalto, tiene un rol fundamental en esta transformación. Es que el basalto, abundante en la superficie del paisaje de la isla, contiene calcio, magnesio y hierro que ayudan a el carbono. Además de actuar como una esponja encapsulando el CO2 en sus cavidades, esta roca es el motivo por el cual los expertos avizoran que el proyecto Carbfix es replicable en otras partes del mundo. Este material puede encontrase en gran cantidad en toda la corteza terrestre porque es la roca más común del planeta, y por tanto permitiría aplicar el modelo en cualquier rincón del globo donde también haya agua.

Islandia convierte el dióxido de carbono en rocas para reducir la contaminación

Las contras

Uno de los mayores obstáculos que presentaría este modelo tiene que ver con los elevados costes, dado que una tonelada de carbono procesada vale entre 50 y 120 dólares. A eso, hay que agregarle lo oneroso de montar la infraestructura necesaria para bombear el gas hasta los lugares en los que se inyectará.

Por otro parte, los volúmenes de agua requeridos en el proceso son monumentales. En Islandia, gracias a las frecuentes lluvias y a la nieve, existen fuentes hídricas que les permiten abastecerse de las 25 toneladas de agua requeridos por cada tonelada de CO2, pero la situación hídrica no es igual en todo el mundo. En consecuencia, la preocupación por este recurso a dado pie a investigaciones en las que se pretende conocer si el proyecto es adaptable al agua salada del mar.

Fuentes:

https://www.bbc.com

https://www.habitosvida.com

 

 

 

Yanina Ludueña

Finalizando la Licenciatura en Español. Trabajo como docente y en el ámbito del diseño gráfico. Interesada en la comunicación, la cultura y la escritura. Me gusta investigar y aprender sobre las propiedades de las plantas y la permacultura.