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Las casas de Sydney convertirán las sobras de alimentos en abono y energía

Los desechos de cocina de 4,300 hogares en la ciudad de Sydney, Australia, se están desviando del vertedero y transformándose en energía limpia y abono orgánico. Con un mes de operación de prueba, el programa ya ha asignado 11 toneladas de desechos orgánicos domésticos a una planta de procesamiento.

El programa piloto durará un año y abarcará 330 casas y 53 bloques de apartamentos ubicados en el distrito central de la ciudad. Las familias registradas reciben un kit con un cubo pequeño para el fregadero de la cocina, algunas bolsas compostables y un contenedor de basura. En el caso de los apartamentos, los contenedores son compartidos.

“Siempre pensé que el reciclaje de sobras alimentos es una manera simple de hacer nuestra parte por el medio ambiente. Me apasiona mi comunidad y cómo podemos vivir un estilo de vida más sostenible. Tan pronto como escuché sobre el programa de restos comida, me inscribí para involucrar a mi edificio ”, dice Joel Handler, uno de los participantes del programa.

De acuerdo con el Consejo de la Ciudad de Sydney, los desechos orgánicos generalmente representan un tercio de todos los desechos generados por sus residentes. «Al recolectar y reciclar los desechos de alimentos por separado, podemos reducir el espacio en los vertederos y convertir los desechos en energía limpia y fertilizante para su uso en jardines y huertas».

Según la gerencia, los resultados del programa piloto darán forma a los futuros servicios de reciclaje de desperdicios de alimentos en la ciudad. El objetivo es lograr cero desperdicios en el distrito central de Sydney para 2030.

¿Qué pasa con las sobras?

 

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Una vez recolectados, los desechos se envían a EarthPower, la primera instalación de procesamiento de desechos de energía de Australia.

La instalación utiliza tecnología de digestión anaeróbica para convertir los alimentos sobrantes en energía limpia y un fertilizante rico en nutrientes.

Luego, la compañía vende electricidad producida a partir del procesamiento de residuos de alimentos en la red de distribución a clientes domésticos, comerciales e industriales. A plena capacidad, la planta puede abastecer hasta 3.600 hogares.

El biofertilizante se produce a partir de un lodo rico en nutrientes, que es un subproducto del proceso de digestión anaeróbica. El lodo se seca y se granula en gránulos de fertilizantes que se venden en los mercados agrícolas y hortícolas locales.

 

Martín Reid

Apicultor, experto en sostenibilidad, apasionado por los huertos, el cultivo de alimentos orgánicos y las hierbas medicinales. Escribe para "El Horticultor" desde 2014.