Aprende a hacer una huerta con autorriego y de bajo costo
Comenzar una pequeña huerta es gratificante. Regar, monitorear el crecimiento de las plántulas, observar en qué parte de la casa se desarrollan mejor y, finalmente, tener la satisfacción de cosechar alimentos frescos. Todo este proceso puede ser bastante placentero, pero obviamente requiere cuidado. Una de las mayores dudas de los agricultores “primerizos” es sobre la cantidad y frecuencia de agua necesaria. Para hacer esto más fácil, una buena experiencia es comenzar una huerta de autorriego.
En un huerto de autorriego, la propia planta absorbe la cantidad de agua que necesita para su mantenimiento. De esta manera, se ahorra agua y no hay una preocupación constante sobre si regarla o no.
Otra ventaja es que el sistema se puede montar en espacios pequeños, como dentro de apartamentos y balcones. Para los que viven en grandes ciudades, puede ser la solución para plantar en casa.
Una curiosidad es que a este tipo de plantación también se le llama jardín con riego capilar o jardín por capilaridad. Los nombres hacen referencia a la capilaridad, es decir, en física es la tendencia que tienen algunas sustancias a subir o bajar por las paredes de tubos delgados.
Cualquiera que sea el nombre, el sistema se basa en el mismo principio. Lo que cambia es que existen varios modelos de riego automático, unos más elaborados y modernos y otros más sencillos y económicamente viables. A continuación traemos un modelo realizado con cajas de poliestireno recicladas y tubos de PVC.
Este tipo de huerta fue adoptado en la Granja Agrícola Urbana de Curitiba .
“En este tipo de huerta, el agua es captada por la raíz, lo que permite mantener la plantación húmeda hasta por una semana, sin necesidad de reponer el agua. Es práctico, fácil de hacer y de manejar”
Marcos Rosa, ingeniero agrónomo
Cuando el suelo ya no esté húmedo, simplemente reemplace el agua a través de la tubería.
Materiales necesarios para la huerta de autorriego
- Una caja de espuma de poliestireno (telgopor) reciclada
- Un tubo de PVC de 40 mm o 50 mm
- Un tubo de PVC “codo” con el mismo diámetro que el tubo principal
- Suficiente tierra preparada para cubrir casi la altura de la caja
- Suficiente aserrín para cubrir el tubo de PVC que estará en el fondo de la caja de espuma de poliestireno
- Un tubo de pluma para drenar el exceso de agua.
- Una sierra para cortar tubos
- 200g de piedra caliza
- Plántulas de hortalizas o especias.
Como hacer
- Montar el tubo de forma que el tubo de PVC tenga forma de “L”. Las dos partes del tubo deben estar conectadas con el “codo” de PVC.
- El tubo de la pluma se coloca encima del barril, sirviendo para drenar el exceso de agua.
- Se deben hacer ranuras con la sierra a lo largo de todo el tubo para que el agua circule por el interior de la caja.
- Para que la tierra no obstruya estos surcos, ponga serrín en la caja para que cubra toda la tubería.
- En otro recipiente, mezcla la tierra negra con la caliza. Coloca esta mezcla dentro de la caja, nivela y déjala lista para recibir las plántulas.
- Plante plántulas de hortalizas de hoja, tés y especias.
- Para asegurarse de que su verdura no se ponga «delgada», corrija el suelo con piedra caliza cada dos años. La técnica elimina la acidez del suelo responsable del escaso desarrollo de la planta.
Fotos: Levy Ferreira | SMCS
Marcos Rosa, responsable del cuidado de Fazenda Urbana, también da consejos sobre las mejores especies para plantar:
- Idealmente hierbas y especias: cebollín, perejil, cilantro, albahaca, romero, orégano, menta, pimienta y salvia.
- Plántulas: lechuga, rúcula e incluso fresa.
Fuentes:
Levy Ferreira | SMCS