Descubre el calentador solar, que todos tenemos en casa sin saberlo
“Ver más allá de lo que todos ven”. Esa es la premisa que parece guiar a un investigador independiente mexicano que, partiendo de objetos que inundan nuestra cotidianidad, crea soluciones sustentables innovadoras.
Se trata de Sergio Cortés, quien ha observado cómo un producto presente en muchos hogares puede desempeñarse a modo de calentador solar generando agua caliente sanitaria.
El producto al que apunta Cortés es el tanque de agua, ese que vemos sobre los techos de las viviendas y que, por estar expuestos muchas horas a la luz solar, funciona perfectamente como calentador.
Considerando el efecto de sombra que produce su forma cilíndrica, un tanque o tinaco (como se lo conoce en otros países) con una capacidad de 1100 litros ofrece una superficie de captación de radiación solar que ronda los 2.3 m². Este dato es importante si tenemos en cuenta que la mayoría de los países latinoamericanos dispone de un potencial solar diario superior a los 5 kwh por m², lo cual se traduce en un total de 11.5 kwh o, expresado de otra manera, en 9888.2 kilocalorías. Estos valores bastan para elevar 20° la temperatura de 494 litros de agua.
Transformando un tanque de agua en un calentador solar:
Los tanques que contienen el agua empleada en las viviendas funcionan, casi naturalmente, como calentadores solares. Y es que estos contenedores absorben la radiación del sol por la superficie para luego conducirla a la masa de agua.
Con el transcurso del día, el líquido va calentándose más y, por tanto, ascendiendo hacia la parte superior donde continuará acumulando energía. Pero es aquí cuando nos topamos con el primer inconveniente que el diseño de los tanques tradicionales trae aparejado.
Este se relaciona con la ubicación de la salida del suministro de agua en la base del tanque, lo que provoca que salga el agua fría y que la caliente, concentrada en la parte de arriba, permanezca flotando inaccesible. Ahora bien, el segundo problema involucra al mecanismo de llenado (que es el que permite el ingreso del agua a temperatura ambiente); resulta que éste se encuentra en la parte superior lo que implica que el agua fría entre en la zona caliente provocando una pérdida de energía.
Ante estos obstáculos, Sergio Cortés propuso pequeños cambios capaces de convertir los tanques en calentadores solares eficaces. En concreto, lo que el investigador ideó fue una salida de suministro en la parte superior que es donde el agua posee mayor temperatura. Además, alteró el mecanismo de llenado para que, a través de una extensión, el líquido se deposite en el fondo evitando el intercambio calorífico entre el agua entrante y el agua caliente.
Así, estas sencillas transformaciones abren la posibilidad de acceder a agua caliente, pero reduciendo paralelamente el consumo de energía. Realizar estas adecuaciones es sencillo y económico. Todo lo que se necesita es una brida para tanques y unos metros de tubo PPR. Con el fin de economizar, el volumen de líquido precalentado que se obtiene puede usarse para alimentar la línea de agua fría que abastece las duchas y lavabos.