Bosque ambulante con 1.000 árboles invade ciudad holandesa
Un evento itinerante que tuvo lugar en la ciudad de Leeuwarden, en el norte de los Países Bajos, brindó a las personas la oportunidad de experimentar un futuro alternativo y más verde
Denominado Bosk, el evento creó un bosque itinerante, donde 1.000 árboles nativos plantados en contenedores de madera fueron transportados por voluntarios a varios puntos del centro de la ciudad a lo largo de un tramo de 3,5 km. La idea es entender la diferencia que hace tener árboles en diferentes lugares y también crear esperanza de que es posible construir un futuro mejor.
Cada árbol tiene un código QR que brinda detalles como la especie, la vida útil promedio y el tipo de suelo preferido. Un sensor de suelo alerta al equipo de jardinería de la ciudad cuando los árboles necesitan agua. Se eligieron alrededor de 70 especies autóctonas para plantar, entre ellas, alisos, fresnos, olmos, arces, robles y sauces.
Además del gran espectáculo del bosque en movimiento, el programa de Bosk incluyó debates, exhibiciones y performances en torno al tema del reencuentro con la naturaleza.
La idea del evento Bosk provino del arquitecto paisajista Bruno Doedens y su colaborador Joop Mulder, quienes cuestionaron la relación entre los humanos y el mundo natural. “En este momento, nosotros, como especie, nos comportamos como adolescentes que no quieren limpiar su habitación”, dice Doedens. “Necesitamos crecer y dejar de estropearlo todo. Tenemos que cuidar nuestro entorno”.
Después de 100 días del evento, se plantaron árboles en toda la ciudad, incluso en vecindarios de bajos ingresos donde el verde escasea.
Más cobertura arbórea en entornos urbanos significa temperaturas terrestres más bajas. Un estudio realizado en casi 300 ciudades europeas mostró que los árboles urbanos pueden enfriar la temperatura de la superficie terrestre hasta 12°C en verano .