Crean la primera hoja artificial capaz de producir oxígeno y purificar el aire
En este mundo en el que vivimos, donde cada día aumentan las emisiones globales de carbono y las ciudades crecen exponencialmente, es necesario e importante poder encontrar soluciones sostenibles que ayuden a combatir estas circunstancias para mejorar el entorno urbano y nuestra propia calidad de vida.
Afortunadamente, existen personas en el mundo como Julián Melchiorri, un estudiante del Royal College of Art que ha seguido un enfoque de biométrica que le ha permitido llevar las tecnologías de la naturaleza a las tecnologías hechas por el hombre.
Luego de varios experimentos de laboratorio, nace la “Silk Leaf” (Hoja de seda en español). La primera hoja sintética que es capaz de crear oxígeno por sí sola. Un invento que duplica los mismos procesos que realizan las plantas reales, es decir, convertir el agua, el dióxido de carbono y la luz en oxígeno gracias a la fotosíntesis.
Composición de la hoja de seda.
La hoja está compuesta principalmente por una matriz de proteína extraída de la seda y cloroplastos que son minúsculas factorías dentro las células vegetales que le permiten a las plantas realizar el proceso de fotosíntesis.
Este invento es capaz de absorber Co2, producir oxigeno y compuestos orgánicos debido a su capacidad fotosintética de los cloroplastos estabilizados dentro de la proteína de seda. Solo se necesita cualquier luz visible y agua para que la reacción sea posible.
Frente a esta necesidad de agua para permitir el proceso, se introdujo también una tecnología integrada e inspirada en el funcionamiento de las hojas naturales para suministrarle el agua a los cloroplastos. Esto permite también eliminar residuos químicos y azúcares, lo que da paso a la idea de recolectarla para la generación de energía.
Cabe destacar que todo el proyecto contó con la colaboración de la Universidad de Tufts, que se encargaron de ayudar en la extracción de cloroplasto de las hojas reales y ponerlas en las artificiales.
El uso de la hoja de seda.
El enfoque primordial de Julián para esta creación ha sido la espacial: Poder crear hojas que sean capaces de vivir en gravedad cero y proveer oxígeno en entornos donde este recurso es inexistente, tales como las misiones espaciales.
De hecho, la NASA ya se encuentra investigando diferentes maneras de poder producir oxígeno para viajes espaciales de larga distancia. La hoja de seda podría ser la solución que nos permita explorar el espacio más allá de que se puede hasta ahora.
Obviamente, al ser la primera hoja artificial con capacidad de producir oxígeno, sus usos podrían ser interminables y no explorados aún. Además de utilizarse en naves espaciales, pueden ser utilizadas también en construcciones como material ideal para fachadas, cubiertas e incluso para usar dentro de los sistemas de ventilación como un purificador de aire.
Indudablemente también puede ser una gran solución en el funcionamiento de las ciudades ecológicas emergentes al utilizar cantidades mínimas de agua y muy poca luz para realizar el proceso de fotosíntesis y producir oxígeno por cuenta propia.