Huerta

Cultivo de la cúrcuma

La cúrcuma es una planta perenne de hasta 1 m de alto; su tallo es un rizoma subterráneo muy ramificado, del que salen numerosas raicillas. En la misma planta se pueden encontrar rizomas viejos, más o menos aplanados y divididos como dedos; rizomas maduros, fusiformes y suculentos, llamados a veces bulbos, y que son los que dan el mejor producto, y brotes nuevos o retoños blancuzcos y delgados. Los tallos aéreos que aún no están bien desarrollados, brotan entre las hojas y llevan un eje floral corto. Las hojas son grandes y suaves, verde claras, con la base ancha y envolvente, y el peciolo largo y acanalado. La lámina elíptica mide de 20 a 90 cm de largo por 5 a 12 cm de ancho y, como es característico de la familia, tiene un nervio central del que parten oblicuamente los nervios laterales. El tallo floral mide de 5 a 20 cm de largo y está en gran parte cubierto por hojas, y por entre los peciolos aparece la inflorescencia, cuyas partes más visibles son las brácteas grandes y verdosas que salen de la base de las flores y miden hasta 5 cm de largo. Con frecuencia estas brácteas adquieren un tinte rojizo. No se le conocen los frutos. Distribución La cúrcuma es originaria de los trópicos del sudeste de Asia (India). Crece en forma comercial en India, Bengala, China, Sri Lanka, Indonesia, Taiwan, Liberia, Nigeria, Sudán, Pakistán, en el sur de Vietnam, Perú, Haití, Jamaica, Costa Rica y Guatemala. Parte de la planta usada Rizoma Condiciones agroecológicas De acuerdo con su origen indio/malayo, la cúrcuma exige un clima tropical o subtropical, con temperaturas elevadas y abundante precipitación durante su ciclo de crecimiento ( 8 – 9 meses). La cúrcuma requiere para cultivarse comercialmente un rango de altitud entre 0 y 900 m.s.n.m. La temperatura óptima oscila entre los 18 y 27 C. La precipitación anual que requiere varía entre 2000 a 5000 mm. Además, es necesario que la distribución de las lluvias sea uniforme en períodos de 6 a 8 meses como mínimo. De no ser así, se recomienda el riego.

La cúrcuma no tolera el mal drenaje, por el contrario, requiere suelos sueltos y bien drenados. El suelo debe tener buen contenido de materia orgánica, pH de 5 a 6.8 con contenidos bajos de aluminio intercambiable (menor a 0,3 miliequivalentes por 100 ml de suelo). Por su origen tropical húmedo, la cúrcuma es una hierba que requiere de alta temperatura y humedad relativa mayor a 75%. Reproducción La cúrcuma se multiplica vegetativamente por medio de los rizomas, con una o dos yemas. Existe una relación directa entre la germinación y el tamaño del rizoma. Se recomienda utilizar 1700 kg de semilla por hectárea, y tomar en cuenta que, cuanto más grande sea la semilla, mayor será el rendimiento. Los pedazos de rizoma, cualquiera que sea su peso, deberán tener dos yemas capaces de producir brotes viables; por esta razón se seleccionan rizomas grandes, bien desarrollados y li­ bres de enfermedades. A los rizomas que se utilizarán como semilla, se recomienda aplicarles un tratamiento con 320 gr de Kocide y 500 gr de Benlate, con lo cual se obtendrían 200 litros de solución. El tratamiento se aplica durante veinte minutos por inmersión. Se pueden sembrar de inmediato en forma directa, o bien, poniendo los rizomas a germinar previamente en sitios ade­ cuados. Preparación del suelo El suelo debe quedar muy suelto para favorecer el desarrollo del rizoma. Si se siembra en suelos muy compactados entonces habrá que arar, luego rastrear y posteriormente preparar lomi­ llos y, de ser necesario también, drenajes. Siembra La cúrcuma debe sembrarse directamente en el campo entre mayo y junio, al inicio de las lluvias. Para la siembra se abren hoyos de 10 cm de profundidad, luego se aplica el fertilizante, se coloca el rizoma y se cubre con tierra. La distancia de siem­ bra entre plantas e hileras es relativa, ya que para su estableci­ miento se deben considerar varios factores. No obstante, se puede tomar como parámetro, si la cosecha es manual, una dis­ tancia de 0.40 m entre hilera y 0.30 m entre planta, y si la co­ secha es mecanizada, 0.60 m entre hilera y 0.20 m entre plan­ ta. En este último caso será necesario ajustar las distancias de siembra de acuerdo con el equipo utilizado. En Costa Rica se ha cultivado la cúrcuma bajo sombra natural, y para mejorar la fertilidad y estructura del suelo se ha incor­ porado excremento de gallina antes de la siembra. De acuerdo con la experiencia de algunos agricultores no es necesaria la aplicación de fertilizantes ni agroquímicos para obtener resul­ tados satisfactorios en suelos de origen aluvial.

Cuidado de la plantación .

Se deben realizar de dos a tres limpias durante su período de crecimiento. Otra labor cultural que debe realizarse es cubrir con tierra la base de la planta, para que los rizomas no queden expuestos si el agua lavase la tierra. Enfermedades y plagas Los agricultores costarricenses mencionan que en sus planta­ ciones no han tenido graves problemas con plagas y enferme­ dades. Pythium gramintcolum C.B. Subran causa pudrición del rizoma y la raíz. La peste más seria es, sin embargo, la oruga Dichocrosis punctiferalis, ya que puede producir la muerte del tallo central. Cosecha La cosecha se realiza entre 8 a 9 meses después de la siembra, en la época seca, cuando las hojas se tornan amarillas. La re­ colección se puede hacer con cosechadoras de tubérculos o en forma manual. Rendimiento Los rendimientos de cúrcuma, al igual que en otros cultivos, son variables. En Costa Rica, por ejemplo se han obtenido ren­ dimientos de 15000 a 20000 kg de rizoma fresco por hectárea, después de secado se obtienen de 3 000 a 4 000 kg. En otros lugares se reporta un rendimiento de producto fresco por hectárea de 20000 a 35000 kg y de 4000 a 7000 después del secado. La relación de fresco a seco es de 5 a 1. Fertilización La cúrcuma responde a aplicaciones de fertilizantes químicos. Se recomienda la aplicación de materia orgánica, de 100 a 150 kg de nitrógeno por hectárea. El fósforo y el potasio se aplican durante la siembra tomando en cuenta el análisis de suelo, y el nitrógeno se pone a los 30, 60 y 90 días después de la siembra. Manejo poscosecha Es necesario limpiar los rizomas inmediatamente después de su cosecha y quitar las raíces y tierra adherida. Esta acción se lleva a cabo en el campo. Luego los rizomas de cúrcuma deben lavarse con agua limpia, no contaminada, para eliminar la tierra por completo. El lava­ do puede hacerse de forma manual, poniendo los rizomas en canastos para quitarles la tierra con agua limpia, o bien, de ma­ nera mecánica, utilizando una máquina mezcladora eléctrica en la que se depositan los rizomas directamente en el agua y se van lavando con el movimiento. Para cortar los rizomas se utiliza una máquina especial. El pro­ ceso final es el secado, que se efectúa con el fin de eliminar la humedad del rizoma, que debe quedar en 10 – 12% al final del proceso. El secado puede realizarse de varias formas : i) al sol, la cúrcuma se coloca en pedazos para lograr un secado homo­ géneo pero pierde color y baja su contenido de curcumina; ii) con secadoras, se puede deshidratar en secadoras tipo «SAMOA» (utilizadas pa­ ra el secado del cacao). Este procedi­ miento tiene la ventaja de mantener el color y los porcentajes adecuados de curcumina. También se puede lograr la deshidratación de los rizomas enteros, empleando la maquinaria de secado que se utiliza en los beneficios de café. En bodegas protegidas de la humedad, in­ sectos y roedores, la cúrcuma se empaca en sacos de polietileno y se almacena en condiciones de temperatura ambiente hasta por cuatro meses.

Martín Reid

Apicultor, experto en sostenibilidad, apasionado por los huertos, el cultivo de alimentos orgánicos y las hierbas medicinales. Escribe para "El Horticultor" desde 2014.