En Serbia instalan vallas que en lugar de publicidad aportan oxígeno y absorben CO2
Se ha instalado en las calles de Serbia un fotobiorreactor capaz de capturar partículas de CO2 (dióxido de carbono) de la atmósfera. Parece una valla publicitaria, pero en lugar de publicidad, la maquinaria aporta aire fresco a la ciudad.
Creado y diseñado por el Instituto de Investigación Multidisciplinar de la Universidad de Belgrado, capital de Serbia, el producto recibió el nombre de LIQUID3. El fotobiorreactor utiliza microalgas y luz solar para absorber CO2, realizar la fotosíntesis y producir O2 (oxígeno).
Las algas marinas son responsables de producir el 54% del oxígeno del mundo, según datos del Instituto Forestal Brasileño. El fotobiorreactor replica esta función con LIQUID3.
Equipada con 600 litros de agua, cada valla publicitaria funciona como un árbol de 10 años o “equivalente” a 200 m² de área verde. Así lo dice Ivan Spasojevic, uno de los autores del proyecto.
Aunque un árbol brinda servicios ecosistémicos invaluables, LIQUID3 es beneficioso para ayudar a reducir el CO2, que es uno de los principales gases de efecto invernadero.
Esta “ayuda” es especialmente bienvenida en Belgrado, que es la cuarta ciudad más contaminada de Serbia, sobre todo porque en sus alrededores hay dos grandes centrales de carbón.
La situación en el país en su conjunto no es buena. En 2019, Serbia se clasificó como el quinto país más contaminado de Europa. En el mismo año, los científicos afirmaron que el país tenía el peor registro per cápita de Europa en muertes relacionadas con la contaminación, con 175 por cada 100.000 habitantes.
LIQUID3 recibió el premio Green Concept Award en 2022, que destaca productos y servicios sostenibles que aún no están en el mercado.
Infraestructura verde
Aunque no sustituye a los árboles, LIQUID3 contribuye a mejorar el aire de la ciudad. Por lo tanto, puede integrar positivamente la infraestructura de las áreas urbanas, como las conocidas paradas de autobús con techos verdes .
El banco, integrado en LIQUID3, sirve de cobijo y lugar de descanso, elemento que suele faltar en los espacios urbanos. Cuando cae la noche, el espacio se transforma en una luz verde neón que ilumina la calle.