Huerto submarino produce frutas y verduras orgánicas en Italia
Plantar en el fondo del mar parece sacado de una película de ciencia ficción. Pero, este es un experimento real que tiene lugar en Noli, un pueblo costero de Italia. Dirigida por el italiano Sergio Gamberini, la empresa Ocean Reef Group mantiene invernaderos submarinos, que aprovechan las condiciones del mar para producir hortalizas frescas.
La primera granja submarina del mundo funciona de la siguiente manera. Las biosferas transparentes están ancladas al lecho marino. Cada cúpula tiene un diámetro de dos metros y alberga hasta cien plantas. En el interior se recrea un microclima adecuado y constantemente vigilado.
Las condiciones de temperatura, que promedian los 25ºC, la alta humedad y las grandes cantidades de dióxido de carbono facilitan el desarrollo de las plantas, haciendo que el crecimiento sea mucho más rápido.
En total, hay seis biosferas transparentes que cultivan diferentes especies. La lechuga, la fresa y los frijoles son ejemplos que ya se producen en el mar.
En general, las plantas aromáticas y las que prefieren una humedad elevada y temperaturas medias altas son las que mejor se desarrollan en la estructura. La albahaca, por ejemplo, fue elegida para el experimento inicial. Después de 48 horas, las semillas ya han dado los primeros brotes.
“Cada año, estamos descubriendo nuevas aplicaciones posibles para las biosferas”, dice Gianni Fontanesi, coordinador del proyecto. Según él, esto incluye el ecoturismo, la piscicultura, el cultivo de algas, los laboratorios de investigación científica o las estaciones submarinas para el seguimiento de la vida silvestre.
El sistema fue apodado Nemo’s Garden, en referencia a la película animada Finding Nemo. Y toda la estructura está alimentada por paneles solares y aerogeneradores que garantizan la energía necesaria.
Beneficios
El equipo cuenta con un sistema de monitoreo en tiempo real. Los datos recopilados permiten controlar los niveles de oxígeno y carbono. Los creadores aseguran que las biosferas no afectan la vida marina. En una entrevista con el Washington Post , los funcionarios explicaron que el sitio atrae animales que se refugian debajo de la estructura. Los caballitos de mar y los cangrejos son los más comunes en las inmediaciones de anclas e invernaderos.
La esperanza de los italianos es que este sea un modelo de cultivo económicamente sostenible que se pueda replicar en diferentes lugares, incluso para producciones individuales.
Para Ocean Reef Group, las granjas submarinas pueden proporcionar alimentos a las comunidades costeras. La empresa pone el ejemplo de Maldivas, que importa casi el 100% de sus productos frescos por vía aérea. La oportunidad sería crear una «nación agrícola autosuficiente que utilice invernaderos submarinos para servir a la industria local y turística».
Otra ventaja es que este tipo de cultivo evita el uso de pesticidas. El grupo está pensando en producir fertilizantes a partir de algas, para cerrar el ciclo sostenible.
Retos submarinos
En ocho años de proyecto, ya han rodado muchas aguas. En octubre de 2019, la continuidad del proyecto se vio amenazada por fuertes tormentas, que dañaron las estructuras. El equipo, sin embargo, logró «resucitar» los invernaderos submarinos.
Al año siguiente vino la pandemia. Durante meses, el jardín de Nemo quedó desprotegido y aún así permaneció. Fue reabierto recientemente y sigue atrayendo a interesados.
