Jubilado inventa un sistema que almacena agua de lluvia desde 1976 para afrontar la sequía
Un profesor británico jubilado que almacena agua de lluvia desde 1976, cuando se produjo una gran sequía en el país, ya ha ahorrado más de 6.000 litros de agua para afrontar la sequía y el racionamiento que se producen de vez en cuando en su ciudad.
Peter Harden, de 82 años, vive en un bungalow desde hace 52 años. Según Good News Network, instaló sus primeros depósitos personalizados en la década de 1970, cuando una sequía prolongada lo dejó a él y a sus vecinos sin agua durante varios días.
Desde entonces, el jubilado que vive en una de las regiones más secas del Reino Unido Ya ha instalado 9 enormes embalses en su patio trasero.
Por lo tanto, Peter no ha estado preocupado por la sequía durante años, ya que tiene mucha agua para cubrir su consumo en casa y los dos acres de pasto, que siempre están verdes y exuberantes.
A principios de este mes, las autoridades del oeste del país anunciaron un racionamiento de agua debido a la falta de precipitaciones, el más bajo en 26 años. Pese a todo, el jubilado tomó la noticia con calma.
“Vivimos en una zona con una de las precipitaciones promedio más bajas del país. Obtenemos alrededor de 22 pulgadas al año”, explicó Peter, que vive con su esposa Jill Harden, de 80 años.
«Compramos nuestro prado de dos acres, el sitio de un molino de viento demolido, en 1969 y construimos nuestro bungalow allí», añadió.
Llovió regularmente hasta 1976, cuando la región enfrentó su primera gran sequía.
“Esa experiencia nos animó a instalar embalses para retener la lluvia. También cambié mi hábito de desperdiciar el exceso de agua con la manguera. Ahora riego el jardín con más prudencia”, dijo.
Hasta ahora, Peter ha almacenado más de 6.000 litros, que sólo se utilizan en situaciones de emergencia.
La idea de los embalses surgió de un viaje de vacaciones que realizó con su esposa por Europa.
“Nuestras vacaciones incluyeron visitas culturales a las antiguas ciudades griegas y romanas. Siempre nos impresionó la gran cantidad de cisternas domésticas subterráneas que los romanos construían para captar el agua de lluvia para los veranos muy secos”, recuerda.
“Con esta experiencia en mente, fui aumentando gradualmente el número y el tamaño de mis depósitos, que contienen cientos de litros de agua alimentados por canalones que recogen y transportan el agua automáticamente”, explica Peter.
Este año, el jubilado compró dos contenedores más que están interconectados.
Cuatro tanques fueron instalados en la superficie, mientras que el resto están enterrados bajo tierra.
“Como retienen mucha agua y se distribuye de forma consciente, considero que la solución es muy exitosa”, añade Peter. ¡¡Sin duda!!