Cómo cultivar Cúrcuma en macetas: fácil y de manera orgánica
Hoy veremos cómo cultivar cúrcuma en casa.
Deberías poder encontrar raíz de cúrcuma fresca en tiendas de alimentos orgánicos o en viveros que se dedican al cultivo de plantas de forma natural.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la cúrcuma no tolera bien temperaturas por debajo de de 12-15 ° C. Las temperaturas ideales están entre 20 y 35 ° y el lugar ideal es una zona de clima cálido-húmedo. También se puede cultivar en interiores, para protegerla del frío.
Si decides cultivar cúrcuma en macetas, puedes dejarla afuera durante la estación más calurosa, para colocarla a resguardo durante los meses de invierno. Recuerda también que debe exponerse en un lugar luminoso, sin que los rayos del sol la golpeen directamente.
El suelo debe ser lo suficientemente blando, pero también ligeramente ácido y bien drenado. Un buen suelo consiste en compost, suelo de jardín y arena. El rizoma no debe enterrarse demasiado, es mejor dejar la parte superior expuesta al aire.
La maceta para cultivar la cúrcuma debe permitir el correcto desarrollo de la planta que es bastante alta.
El mejor momento para cultivar la cúrcuma es la primavera, de modo que la planta cuente con toda la estación cálida para desarrollarse. Durante el invierno, su planta comenzará a secarse y ya no florecerá; no se preocupe, es ciclo de vida natural de la cúrcuma.
Solo en el período en el que la planta comienza a secarse y antes de que reanude por completo su vida vegetativa (en invierno) puede cosechar su cúrcuma. Su rizoma en el exterior parece similar a la raíz de jengibre, pero tiene un color interno mucho más vibrante. Una vez cosechada, debe dejarse secar en un lugar seco y ventilado durante aproximadamente un mes. Luego, puedes moler la cúrcuma y colocarla en frascos de vidrio herméticamente sellados, para conservarla y mantener activas sus propiedades.
Si se cuida bien, la planta generalmente no es atacada por plagas o insectos. Sin embargo, el suelo donde cultivar la cúrcuma debe ser rico, por lo que cuando la trasplante, tenga cuidado de agregar un poco de compost al suelo. Riéguela con frecuencia, especialmente en verano, pero esperando a que se seque el suelo. También recuerde evitar el estancamiento, para no pudrir la planta.
Si el ambiente en el que se coloca es árido y seco, de vez en cuando recuerda vaporizar las hojas. Suspenda el riego en otoño, cuando las hojas comienzan a amarillear y mueva la planta a un lugar fresco y seco (¡aunque nunca por debajo de los 15 ° C!).