El auge de la ortiga: El alimento medicina de nuestros ancestros + Recetas
«Si la humanidad supiera lo eficaces que son sus virtudes curativas, no cultivaría otra cosa que Ortigas» María Treben.
Seguramente al hablar de la ortiga, surjan dudas o miedo de consumirla, ya que las pocas veces que se han topado con ella, supieron respetarla. Ese mismo miedo surgió la primera vez que cocinamos ortiga, no se asusten, no hay nada que temer. Desde el equipo les podemos asegurar que se van a enamorar de esta planta. A continuación les ofrecemos la información necesaria para que puedan obtener los beneficios de la ortiga en su vida.
Propiedades medicinales:
Es excelente como desintoxicante en casos de insuficiencia hepática, combate la artritis, artrosis, gota, alergias, diarrea, además fortalece el crecimiento de las uñas, limpia el hígado, regula el nivel de glucosa en sangre, elimina flemas, para aliviar la tos, tratamiento de la bronquitis, asma, fiebre, anemia, fiebre del heno, afecciones del hígado y de la bilis, enfermedades del bazo e incluso tumor del bazo, catarros del estómago y de las vías respiratorias, convulsiones y úlceras estomacales, úlceras intestinales y enfermedades del pulmón. Como favorece la formación de la sangre ayuda en casos de clorosis y otras afecciones graves de la sangre. Junto con otras hierbas medicinales se emplea la Ortiga con mucho éxito para combatir la leucemia. Es recomendable para combatir la calvicie, el cuero cabelludo estará libre de caspa, el cabello crece en abundancia, suave y brillante, Es eficaz en la limpieza de la piel, Su consumo también ayuda a estimular la producción de leche, el té es eficaz para estimular la concentración y memoria.
«Me llena de alegría el hecho de que tanta gente haya podido comprobar con su propio cuerpo las virtudes medicinales de la Ortiga». María Treben
Tradicionalmente se conoce la ortiga como una planta depurativa, reconstituyente, antiinflamatoria, antianémica, antihemorrágica, diurética, antihistamínica, antirreumática y expectorante…
Estas son algunas de las enfermedades en las que la ortiga se ha utilizado con éxito:
Arteriosclerosis
Alergia primaveral
Infecciones urinarias
Afecciones de próstata
Gota
Ácido úrico
Reumatismo
Artritis
Hemorroides
Catarros bronquiales, intestinales, vesicales y renales
Hemorragias internas y externas
Dermatitis, eccemas
Afecciones del hígado y del bazo
Úlceras estomacales, intestinales
Afecciones pulmonares
Trastornos de la circulación de la sangre
Tuberculosis
Diabetes (semillas)
Cáncer
PROPIEDADES DE LA ORTIGA:
Es una de las plantas más ricas en clorofila y proteínas, nos aporta cantidades abundantes de Carotenoides, vitaminas del grupo B, K, ácido fólico, vitamina C, hierro, ácido silícico, calcio, magnesio, potasio y fósforo.
MANIPULACIÓN DE LA ORTIGA
Cómo «desactivar» su acción urticante:
En primer lugar, habrá que manipularla siempre con guantes o cualquier otro método que proteja nuestra piel de sus pelillos urticantes. A la hora de consumirla tenemos que «desactivar» los pinchos de la ortiga. Dos son los métodos más seguros para hacerlo:
Machacando la planta, de este modo los pelillos se rompen, y una vez rotos pierden toda su acción. Esto se puede lograr con un mortero, licuadora, batidora, extractor de zumos, etc. o por la acción del calor, una vez que se calienta la planta al cocinarla, en pocos minutos se puede comer ya sin problemas.
Con el paso de los días, después de cosechada, también va perdiendo su acción irritante.
Cómo conservarla:
Podemos guardarla en el refrigerador como haríamos con cualquier otra verdura de hoja verde. O dejarla en una jarra con agua, del mismo modo que conservamos el perejil o el apio en nuestra cocina.
FORMAS DE CONSUMIRLA CRUDA:
Zumos de frutas o verduras, batidos, licuados, jugos, etc. Si sólo vamos a consumir el zumo, podemos echar toda la planta (por ejemplo en el extractor de zumos). Pero si el producto es tipo smoothie, en el que ingeriremos la planta triturada, entonces echaremos sólo las hojas, pues los tallos son muy leñosos. Son ideales los extractores de zumo lentos o de bajas revoluciones, porque exprimen muy bien las hojas verdes manteniendo todas sus propiedades. La medida puede ser de un manojo de ortigas por vaso.
Añadida a nuestros platos o ensaladas en forma de pesto. Podemos picarla en el mortero con otros ingredientes como limón, ajo, piñones, aceite de oliva… o cualquier otra receta de nuestro gusto. Una vez picada, es un excelente aderezo para diferentes platos y ensaladas. En este caso utilizaremos sólo las hojas.
FORMAS DE CONSUMIRLA COCINADA:
Tarta de Ortigas: Pones a hervir la ortiga y luego la usas en tus tartas del mismo modo que usarías espinaca o acelga. Es muy sabrosa y medicinal.
El te de Ortiga sabe bastante bien. Se toma sin azúcar. Personas de gusto delicado pueden añadirle un poco de manzanilla o menta para darle más sabor.
Caldo: La ortiga enriquece mucho nuestros caldos depurativos o remineralizantes. A modo de ejemplo, podríamos echar en un litro de agua, dos puñados de ortiga (se pueden incluir los tallos), dos cebollas cortadas, y dos cúrcumas cortadas. Llevar a ebullición, bajar el fuego, tapar y dejar a fuego lento 30 minutos. Sazonar con sal marina y un chorrito de aceite de oliva. Guardar en la nevera máximo 24 horas. Las posibilidades de recetas son muchas, pues la ortiga combina bien con todo tipo de verduras como apio, zanahorias, col, puerros, nabos…
Sopa: Se pueden echar las hojas frescas de ortiga los últimos 10 minutos.
Torrejas:
MODOS DE PREPARACIÓN:
Infusión: 1 cucharadita llena para 1/4 de litros de agua, sólo escaldar, dejar reposar brevemente.
Tintura: Las raíces, que se excavan en primavera o en otoño, se limpian con un cepillo, se trituran y se meten en una botella. Cubierto todo con aguardiente de 38-40° se deja 15 días al sol o cerca de una fuente de calor.
Baños de pies: Dos puñados de Ortigas frescas (tallos y hojas) y dos puñados de raíces bien limpias se ponen durante la noche en 5 litros de agua a remojo; al día siguiente se calienta todo hasta que rompa a hervir. Los pies se bañan sin sacar las plantas, y lo más caliente que se pueda soportar. Este baño se puede utilizar dos o tres veces, si se vuelve a calentar.
Lavado de cabeza: De 8 a 10 puñados de Ortigas frescas o desecadas se ponen en una olla con unos 5 litros de agua y se calienta todo a fuego lento. Cuando empiece a hervir se retira del fuego y se deja reposar 5 minutos. Si se emplean raíces, hay que poner dos puñados con agua fría a remojo, calentarlas al día siguiente
Por último otro buen consejo: Empiece a partir de hoy con una cura de Ortiga. Las hierbas desecadas se venden en cada farmacia o herboristería. ¡Que vuelvan las plantas medicinales a nuestras casas!
Fuente: https://laboticaescondida.blogspot.com/
Salud de la Botica del Señor, Maria Treben.