Pareja construye una casa contenedor ecológica reutilizando materiales
Creatividad y sostenibilidad comparten espacio en una casa contenedor construida por una pareja australiana de Brisbane, capital de Queensland. La gran caja de hierro quedó súper acogedora con una decoración marcada por piezas de madera y reutilización de distintos materiales. Todo ello hizo que el proyecto fuera personalizado y, al mismo tiempo, económico.
Las paredes internas y externas fueron completamente revestidas, eliminando el aire “frío” que podía traer el metal del contenedor. Las placas y tableros de poliestireno, además de un aspecto más bonito, también ayudan en el aislamiento térmico y acústico. El techo ganó una extensión para asegurar ventilación e iluminación natural, reduciendo el uso de electricidad en lámparas o aire acondicionado.
Paul y Cathy, propietarios, residentes y creadores de la mini casa, recogieron personalmente los materiales utilizados en la construcción. Algunas piezas de madera requirieron trabajos de carpintería, otras simplemente fueron barnizadas y encajaron perfectamente en el espacio. Este fue el caso del pasamano, que “simplemente se cayó de un árbol”, como explica Cathy.
El resultado es una casa llena de personalidad y detalles increíbles, como encimeras rústicas, puertas restauradas y un interior acogedor y súper funcional. Además de su belleza, esta casa es un modelo de sostenibilidad.
Tiene un sistema de captación de agua de lluvia que permite a Paul y Cathy no depender de la red pública de agua y saneamiento. Alrededor de la casa, una gran cantidad de parterres de flores permiten a la pareja cultivar parte de sus alimentos. Los canteros están interconectados por un sistema de riego que garantiza hasta un 80% de ahorro de agua al regar.
La energía proviene de un panel fotovoltaico instalado en el techo y, como la demanda de electricidad no es tan alta, esta fuente de energía limpia es suficiente para las tareas cotidianas, sin necesidad de estar conectado a la red eléctrica.
Gracias a la voluntad y talento del matrimonio australiano, construir la casa fue mucho más económico que un proceso convencional. Esto se debe a que muchas de las materias primas provienen de materiales de segunda mano reutilizados o de trozos de madera encontrados en la finca de caña de azúcar donde viven. Otra ventaja es precisamente esta ubicación en medio de una zona rural que garantiza un paisaje tranquilo y silencioso que se puede contemplar a través de los grandes ventanales.
A pesar de estar cerca de las grandes ciudades, la casa es un remanso de paz, rodeada de naturaleza ubicada estratégicamente al lado del taller de Paul. Pero, si es necesario, la pareja puede moverse fácilmente, ya que la casa se puede transportar en camión sin dificultades.
El interior cuenta con una cocina con un gran ventanal que la conecta con el exterior, creando el espacio ideal para cenar al aire libre. El banco y la terraza donde se sienta la pareja a comer o relajarse son de madera y también fueron construidos sin mucho coste, pero con mucho mimo.
El baño tiene una ducha canalizada que Paul renovó y un inodoro seco, que ahorra agua y genera abono orgánico mediante compostaje. El fregadero es un trozo de piedra y la encimera es un gran tronco.
El dormitorio de la pareja es una cama ubicada en el entrepiso, al que se accede por una escalera que también es su armario. Se aprovecha al máximo todo el espacio, garantizando un ambiente agradable que no da la sensación de poco espacio, a pesar de que el contenedor utilizado para la construcción tiene sólo unas dimensiones de 6×3 metros. El techo más alto contribuye a aumentar la sensación de amplitud.
Más que una casa, el proyecto refleja los valores de Paul y Cathy y su elección de llevar una vida más sencilla, tranquila y conectada con la naturaleza.
¿Quieres entender mejor cómo se construyó la casa y todas sus características? Mire el vídeo a continuación (en inglés) o visite www.elementsofcreation.com.au.