Tras 10 meses de prueba generando energía con la marea y olas, CalWave es un éxito
El largo camino para convertir las renovables en la principal fuente energética del mundo está lleno de obstáculos, pero cada día estamos más cerca. Prueba de ello es el invento que les traemos hoy: una nueva forma de extraer energía del mar. Hasta ahora nos conformábamos con los parques eólicos marinos y las presas. Pero CalWave ofrece nuevas posibilidades.
CalWave lleva muchos años trabajando en su tecnología de energía limpia xWave, y ha anunciado la finalización con éxito de una prueba prolongada en alta mar frente a la costa de San Diego, en la que el dispositivo demostró un tiempo de funcionamiento del sistema superior al 99%.
La energía de las olas es prometedora, o eso cree la empresa responsable del experimento: «las olas del océano son de 20 a 60 veces más densas en energía, predecibles y consistentes en comparación con otras formas de energía renovable».
Este enfoque no es nuevo.
Sin embargo, la extracción de esta energía sigue siendo difícil. El océano es un entorno duro para todos los elementos, y los activos energéticos necesitan amortizar sus importantes gastos de capital durante décadas de funcionamiento continuo para atraer dólares de inversión.
La mayoría de los proyectos parecen pasar mucho tiempo en la fase de pruebas sin llegar nunca a la comercialización a gran escala.
CalWave es un buen ejemplo de ello. Llevan anunciando pruebas con éxito desde 2016, cuando tenían un modelo a escala 1/20 funcionando en una cuenca de pruebas. La última prueba en alta mar estaba programada para 6 meses, pero se amplió a 10. CalWave afirma que su plataforma x1 «logró un alto rendimiento, según lo previsto», y que funcionó bajo control totalmente autónomo durante aproximadamente el 80% de su tiempo de funcionamiento.
También afirman que logró un tiempo de funcionamiento superior al 99% sin intervención del operador, y que incluso fue capaz de apagarse por sí sola en condiciones especialmente duras, con olas de hasta 7 metros de altura.
Los revestimientos anticorrosión ayudaron a evitar la oxidación. Una evaluación de terceros verificó que no suponía ningún peligro para la vida marina.