Hacer que la madera dure con fuego, no con pintura: una milenaria técnica japonesa
Shou Sugi Ban 焼 杉 板 (o Yakisugi) es una antigua técnica de revestimiento exterior japonesa que preserva la madera al quemarla con fuego. Tradicionalmente, se utilizaba madera de Sugi (cryptomeria japonica Lf, también llamada cedro japonés). El proceso consiste en carbonizar la madera, enfriarla, limpiarla y terminarla con un aceite natural.
Imágenes: http://www.adamfriedberg.com/
Hoy en día, Shou Sugi Ban es una forma respetuosa con el medio ambiente para preservar la madera y (paradójicamente) hacerla resistente al fuego. Conservantes químicos, pinturas y retardantes son por lo tanto innecesarios. Además de los usos exteriores, la técnica popular ahora se encuentra en habitaciones interiores, muebles y obras de arte.
Todavía es una tradición popular en la prefectura de Okayama de Japón. Hoy en día, los diseñadores y arquitectos utilizan otras especies de madera como el cedro rojo occidental, el abeto douglas, el chipre, el pino y el roble. El proceso consiste en carbonizar la madera, enfriarla, limpiarla y terminarla con un aceite natural. Aunque consume mucho tiempo, el producto final no solo es magnífico, con su acabado rico y plateado; La madera carbonizada también resiste el fuego, la podredumbre, los insectos y puede durar hasta 80 años.
Imágenes: http://www.adamfriedberg.com/
El método era utilizado por carpinteros japoneses que buscaban obtener un acabado artístico y original que además mejorara la durabilidad de sus creaciones. Hoy, esta técnica se ha redescubierto y es utilizada para preservar la madera, pero resaltando una de sus cualidades: la de no utilizar conservantes o pinturas químicas. Además, permite reducir costos y tiempos de construcción porque la madera no necesita ser pintada después.

Durante el proceso, la madera se carboniza, se enfría, se limpia y se le realiza, por último, un terminado con aceite natural. Se utiliza en espacios exteriores e interiores, y puede aplicarse también en muebles. Según el tiempo de exposición a la llama y el modo de cepillarla, se pueden lograr distintos tonos y acabados.
¿Por qué la madera se vuelve más resistente con esta técnica?
La capa de carbón que se genera con el fuego protege la madera de los daños que podría provocar la intemperie, haciendo que su aspecto no se modifique y que pueda durar de 80 a 100 años sin mantenimiento. Además, logra un acabado muy particular, que utilizan arquitectos y diseñadores de todo el mundo, ya que es una garantía de durabilidad e integridad estructural.
El carbón, además, cuida la estructura de insectos y plagas.
Paso a paso

1. La madera se carboniza aplicándole fuego, parte por parte. Para lograr una aplicación más puntual, es mejor utilizar un soplete.

2. Pasados de 7 a 10 minutos, se frena la combustión con agua y se deja enfriar.

3. La cara carbonizada de la madera se cepilla y lija, aplicando, por último, un aceite natural a modo de protección adicional.
Aplicaciones

Este método puede aplicarse, por ejemplo, en una cerca de exterior para mantener y proteger la madera de los daños que pueda ocasionarle el viento, la lluvia o los insectos con el paso del tiempo.

Pero también puede hacerse con ella una verdadera obra de arte, como la fachada del edificio Interims Audimax en la Universidad Técnica de Munich en Alemania, realizada con madera de abeto carbonizada, que logra un efecto ondulado muy particular.
Vía: Bioguia, OffgridQuest
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