Los huertos urbanos surgen como respuesta a la búsqueda de hábitos más sanos. Un huerto urbano es la adaptación de la huerta tradicional que se utiliza con la intención de cosechar algunas hortalizas, flores, hierbas culinarias, plantas aromáticas o medicinales, etc.
De esto sabe mucho Muthu Nagappan, una ama de casa Tiruchi que comienza todas sus mañanas regando su gran jardín verde y recolectando verduras frescas como berenjena, quimbombó o espinaca para preparar el almuerzo. Y termina sus días revisando la salud de sus plantas y rociando fertilizantes caseros.
“Nuestro huerto nos da el 90 por ciento de las verduras para toda la familia. Rara vez, si es que alguna vez, salimos a comprar verduras. También tiene un efecto calmante en todos nosotros”, comenta Muthu.
El comienzo de este gran huerto urbano.
Hoy en día, Muthu tiene un jardín que ocupa 500 pies cuadrados, donde cultiva 25 variedades de vegetales y tiene más de 100 bolsas de cultivo y 3-4 cajas de vegetales. No utiliza productos químicos o pesticidas nocivos para acelerar el crecimiento por lo que toda su cosecha es enteramente orgánica.
Pero esto no creció de la noche a la mañana. Luego de casarse y salir de casa de sus padres en donde tenía ya un huerto floreciente, intentó cultivar algunas verduras en su terraza, pero sus primeros intentos no dieron frutos. En lugar de desanimarse, Muthu buscó ayuda en Ganga Organic Farms, una organización que ayuda a las personas a establecer huertos, brindando capacitación y materiales esenciales.
“El año pasado tomé un mes de capacitación y aprendí que cultivar en casa es mucho más que sembrar semillas. Necesita tener un suelo adecuado, fertilizante orgánico, semillas de buena calidad, etc. Después de algunos métodos de prueba y error, entendí el proceso”, recuerda.
Los secretos para asegurar el crecimiento orgánico.
En la agricultura, dos grandes retos son mantener alejados a los insectos y experimentar un crecimiento constante de la producción. Esto es por lo que se terminan utilizando fertilizantes químicos, pero esto elimina la esencia de cultivar verduras en casa: que sean alimentos orgánicos.
Pero Muthu tiene un secreto, fabrica sus propios fertilizantes orgánicos. Para eso convierte todos los desechos de su cocina en abono. “Tengo dos pequeñas unidades de compostaje que funcionan de forma rotatoria. Compré una bolsa de microbios. Añado una capa de microbios en los desechos de la cocina todos los días. No huele y mantengo limpia el área alrededor de los contenedores de abono”, dice Muthu.
Siguiendo estos métodos, Muthu ha podido presenciar como su huerto ha proporcionado una amplia gama de verduras como chiles, frijoles largos, espinacas, limoncillo y frutas como papaya, granada, guayaba y tomates.
Además, en su jardín florecen plantas coloridas y atrae a muchas aves y mariposas. “Ciertamente me siento cerca de la naturaleza. Es asombroso ver cuánto puede afectarnos mentalmente un jardín y cómo juega un papel en la mejora de nuestra dieta «.
