Innovación

Aguas residuales del procesamiento de alimentos sirven como fertilizante en el cultivo de algas marinas

Las operaciones agrícolas y de procesamiento de alimentos suelen generar una gran cantidad de aguas residuales. Tiene un potencial significativo para contaminar la tierra, el aire y el agua debido a su alta demanda química de oxígeno (DQO) y su gran volumen. Las aguas residuales deben limpiarse antes de devolverlas a las vías fluviales locales.

Una nueva investigación ha demostrado que el agua de proceso de la producción de alimentos puede servir como un excelente fertilizante en el cultivo de algas marinas.

En su estudio, investigadores de la Universidad de Gotemburgo y la Universidad Tecnológica de Chalmers recolectaron agua de proceso de varios productores de alimentos diferentes, de la industria del arenque, el cultivo de salmón, procesadores de mariscos y un fabricante de leche de avena. Luego, se agregó una cierta cantidad de agua de proceso con un contenido controlado de nitrógeno y fósforo al agua utilizada para cultivar cuatro variedades diferentes de lechuga de mar en una granja de algas en tierra.

Después de ocho días, los investigadores analizaron los resultados y descubrieron que todos los tipos de agua de proceso impulsaron drásticamente el crecimiento y el contenido de proteína de todas las variedades de lechuga de mar. Las algas crecieron más de un 60 % más rápido y el contenido de proteínas se cuadruplicó con la adición de agua de proceso. Además, los paneles de prueba no notaron ningún impacto en el sabor de las algas marinas.

Los investigadores también creen que esta puede ser una fuente alternativa de proteína en futuros alimentos. “El contenido de proteína de la soja es de alrededor del 40%. Mediante el uso de agua de proceso, hemos aumentado el contenido de proteína en las algas a más del 30 %”, dice Kristoffer Stedt, estudiante de doctorado en el Departamento de Ciencias Marinas de la Universidad de Gotemburgo.

En el futuro, el equipo se centrará en ampliar los experimentos con el cultivo de algas. Utilizarán el agua de proceso de la industria del arenque, que mostró resultados muy prometedores, y se centrarán en la especie Ulva fenestrata (lechuga de mar). También podría ser un sistema completamente circular si usáramos algas cultivadas como alimento para el cultivo de salmón en tierra y usáramos el agua de proceso para fertilizar el cultivo de algas.

“Creemos que podría tener cultivos de algas en tierra, como la lechuga de mar, cerca de una fábrica de arenque, por ejemplo. El cultivo de algas marinas puede limpiar grandes porciones de los nutrientes del agua de proceso. Eso nos acerca a un enfoque sostenible”, dice Stedt.

Martín Reid

Apicultor, experto en sostenibilidad, apasionado por los huertos, el cultivo de alimentos orgánicos y las hierbas medicinales. Escribe para "El Horticultor" desde 2014.